Una empresa tiene un plan de negocio. Desde su punto de vista, los recursos se asignan "correctamente" si cumplen su plan de negocio. Sin embargo, es totalmente posible que el plan de negocio no tenga sentido, por ejemplo, que esté suministrando un producto muy por encima de lo que los clientes están dispuestos a comprar. En el caso de las empresas que cotizan en bolsa, los analistas del mercado de valores intentan proyectar la eficacia de esos planes de negocio. La volatilidad de los precios de las acciones es una indicación de que esto no es fácil.
Un solo proyecto suele evaluarse con un análisis de flujo de caja descontado. (Similar a la respuesta de esta pregunta: análisis del gobierno) Esto nos da una medida de rentabilidad a nivel de proyecto, pero realmente necesitamos evaluar el plan de negocio global.
La cuestión es que la "rentabilidad" es algo vaga: ¿en qué horizonte? Es perfectamente posible que una empresa invierta en proyectos para crear capacidad pero que esos proyectos iniciales tengan beneficios muy bajos (o incluso pérdidas) durante sus años de crecimiento. Sin embargo, la esperanza es que la empresa sea muy rentable cuando haya alcanzado su tamaño objetivo. Si no esperamos, no podemos estar seguros de si esta estrategia generará o no beneficios en el futuro.