De cara a las próximas elecciones generales italianas, he estado leyendo el programa de un partido (por favor, hacedme saber en los comentarios si puedo/debo mencionar su nombre), y en una parte del mismo proponen una congelación del gasto público para los próximos 5 años para hacer frente a la gigantesca deuda pública. Al no tener conocimientos sólidos de Economía, se me ocurrió preguntar sobre ello aquí.
Aquí está la traducción del pasaje correspondiente:
La deuda pública italiana, estabilizada en los últimos años en torno al 132% del PIB, se ha convertido en un peso insostenible para la economía del país. El gasto en intereses, equivalente a 66.000 millones de euros (alrededor del 8% del gasto total), es un enorme peso en el presupuesto nacional que determina un desplazamiento de recursos en la economía. Además, el elevado stock de deuda es una amenaza para la estabilidad del conjunto de la zona euro y uno de los principales obstáculos al proceso de integración de las políticas presupuestarias a nivel europeo.
Para afrontar el problema proponemos una congelación del gasto público en términos nominales durante la próxima legislatura, así como un rediseño de la fiscalidad con recortes de los tipos impositivos sobre la renta de las personas y de las empresas, y una reducción del gasto fiscal: así se produciría una redistribución de recursos de lo público a lo privado, de la renta a la economía productiva.
Congelar el gasto nominal significa establecer un límite infranqueable durante cinco años, lo que implica una reducción del gasto público en relación con el PIB si la inflación y el crecimiento económico son positivos. Por lo tanto, es necesario reducir los gastos corrientes y los beneficios fiscales para compensar el aumento inercial de los costes de las pensiones, actuando sobre los gastos corrientes sobre la base de las orientaciones fijadas por los antiguos comisarios para la revisión del gasto.
He visto críticas a esta estrategia: según el doctor Domenico Moro, profesor de Economía de la Birmingham Business School, el crecimiento de la deuda no depende del gasto público primario. De hecho, afirma que en Italia estuvo por debajo de la media europea en 2016, mientras que el problema es el gasto en intereses (4% en Italia frente al 1,8% en la UEM). También señala las decisiones erróneas tomadas por el Ministerio de Hacienda en los últimos años.
Pero, de hecho, añade que reducir el gasto público no sólo sería inútil, sino incluso contraproducente: en un contexto de débil recuperación y en el que la mayoría de los nuevos trabajadores tienen un contrato temporal y están subempleados, provocaría una caída de la demanda agregada. Esto, notoriamente, tiene un efecto a la baja sobre el crecimiento del PIB y, a su vez, un efecto al alza sobre la deuda pública, ya que ésta se calcula como porcentaje del PIB.
A continuación, concluye que la otra propuesta, es decir, la reducción del tipo del impuesto de sociedades acompañada de la subida del IVA, empeoraría la situación: los precios subirían y los ingresos de los trabajadores bajarían proporcionalmente; esto produciría una nueva disminución de la demanda agregada, especialmente de los bienes de consumo en lugar de los de lujo, y, por consiguiente, una disminución del PIB.
Pregunta: ¿es el análisis de Moro completamente sólido? ¿Realmente ha demolido el programa económico de este partido político?