Las crisis de divisas de este tipo han ocurrido muchas veces.
A) Normalmente, un país (su gobierno o banco central) decide que, para tener estabilidad y atraer capital extranjero, atará el valor de su moneda a otra moneda, típicamente al dólar estadounidense. Fija el precio entre la moneda local y extranjera. Esto es genial para cualquiera que esté pensando en mantener activos en moneda local porque le asegura que su valor no cambiará repentinamente. (México decidió fijar el precio del peso en unos 3 pesos por dólar aproximadamente).
B) En muchas de estas crisis, lo que sucede es que, debido a la inflación, o debido a la demanda extranjera de activos locales, el precio elegido por el gobierno para la moneda local en términos de la moneda extranjera se vuelve irrealista. Los bienes en el país comienzan a ser muy caros en comparación con los bienes extranjeros, por lo que el país comienza a comprar más y más bienes extranjeros, o las empresas comienzan a pedir más y más capital extranjero. Este 'endeudamiento' se rastrea a través de la cuenta corriente. El déficit de la cuenta corriente de México era grande y estaba creciendo antes de la crisis, del orden de 10-20 mil millones de dólares al año. Además, como era habitual en ese momento, había pedido prestado a extranjeros en términos denominados en dólares a través de los Tesobonos. Los extranjeros no comprarían deuda denominada en pesos...
C) Este desequilibrio entre la demanda local de bienes extranjeros (o capital) y la demanda extranjera de bienes o capital locales, llevaría a una depreciación de la moneda, a través del equilibrio básico de oferta y demanda. En cambio, cuando el país tiene un tipo de cambio fijo, el desequilibrio implica que el banco central tenga que vender sus reservas de moneda extranjera para mantener fijo el precio de la moneda local. El banco central de México vendió alrededor de 30 mil millones de dólares en activos en el mercado peso-dólar para tratar de mantener el precio fijo a fines de 1994.
D) En algún momento, los inversores, especuladores, ciudadanos, etc. se dan cuenta de que hay un desequilibrio y las cosas podrían terminar mal. ¡Por lo tanto, ven que la moneda local podría cambiar de precio pronto! ¡Esto hace que todos intenten comprar moneda extranjera con moneda local al mismo tiempo, para estar protegidos! Pero el banco central no tiene suficientes reservas extranjeras para mantener fijo el precio frente a tal demanda, por lo que tiene que aceptar un cambio en el precio de la moneda local. ¡Boom! Después de la gran caída de reservas en el banco central de México, el gobierno aceptó que sería imposible mantener la moneda fija y la dejó flotar, dejando que el mercado determinara su precio. El peso pasó de 3.5 por dólar a 7.5 en unos pocos meses, estabilizándose alrededor de 6.