La fijación de precios es notoriamente difícil, ya que depende de varios factores:
- Su propia tarifa horaria deseada
- Lo que suele pagar el cliente
- El valor percibido por el cliente
- Si el proyecto es similar a cualquier otro que haya emprendido antes
- Si el cliente tiene requisitos claros o no
- Si al dar un descuento lo más probable es que se consiga más trabajo
Mientras usted decide cuál es su propio objetivo de precio, hacerse una idea de lo que el cliente podría estar dispuesto a pagar suele ser difícil o imposible de deducir. Hay que conseguir al menos una cifra aproximada.
Si tienes experiencia previa en proyectos muy similares, puedes optar por un precio fijo, pero para ello es necesario minimizar el alcance. Personalmente, nunca establecería (de nuevo) un precio fijo con un cliente "inmaduro en materia de TI", ya que las discusiones se agravan muy rápidamente. El precio fijo requiere que ambas partes reconozcan que habrá cambios y que éstos se sumarán al precio. De lo contrario, las discusiones constructivas sobre la funcionalidad del proyecto se convierten en discusiones legales.
Si algunas de las tecnologías son nuevas para usted, podría considerarse un descuento. Del mismo modo, si el proyecto puede dar lugar muy probablemente a otros proyectos similares, un descuento podría considerarse una inversión de futuro. Personalmente, ya no hago este tipo de descuentos, ya que he comprobado que mi carrera como autónomo nunca ha seguido una trayectoria predecible.
Así que -suponiendo que tengas experiencia con algunas o la mayoría de las tecnologías, pero que no hayas entregado un proyecto exactamente igual y que no hayas trabajado con este cliente antes- yo optaría por una tarifa por hora y dividiría el proyecto en etapas.
A los clientes les suele gustar el precio fijo, pero las inevitables disputas que surgen a continuación tienden a agriar la relación, así que yo sólo lo haría como último recurso (o no lo haría en absoluto).
Convencerles de una tarifa por hora no siempre es fácil, pero suele conducir a una estructura de precios más transparente. Cuando saben que están pagando por TODO tu tiempo, tienden a centrarse en las cosas que realmente quieren y necesitan en lugar de en lo que pueden extraer/extraer de ti. Además, incluso si abandonan el proyecto después de alguna etapa debido a un cambio en las necesidades del negocio o a que resultó ser más complejo de lo previsto, probablemente se sentirán más satisfechos con el proceso y podrían volver a trabajar con usted.