No es imposible que un país en desarrollo logre un crecimiento económico sin inversión extranjera, aunque en algunas circunstancias podría ser extremadamente difícil.
Supongamos que la producción bruta de un país en el año 0 es $Y_0$ . Asumiendo la autarquía, podemos escribir:
$$Y_0 = C_0 + I_0$$
donde $C$ es el consumo y $I$ es la inversión bruta (se supone que el gasto público está incluido en $C$ o $I$ Según su naturaleza). La inversión aquí incluye no sólo la inversión en fábricas, equipos e infraestructuras, sino también la inversión en capital humano a través de la educación y la formación.
Para que la economía crezca aumentando su stock de capital, $I_0$ debe ser, como mínimo, mayor que la depreciación anual del capital (y para que la tasa de crecimiento merezca la pena debe ser significativamente mayor). Aunque el progreso tecnológico se describe a veces como una fuente independiente de crecimiento, en la práctica suele ser necesario que las nuevas técnicas se plasmen en equipos físicos y requieran la formación de los trabajadores que las aplicarán. Por lo tanto, la mayor parte del crecimiento económico requiere capital adicional.
A la hora de evaluar si dicha inversión es posible, las implicaciones del nivel de consumo implícito ( $C_0 = Y_0 - I_0$ ), y aquí surgen consideraciones tanto económicas como políticas. Un criterio económico mínimo es si el consumo es suficiente para mantener a la población en el nivel de subsistencia. Un criterio más fuerte es si es suficiente para mantener a la población al nivel al que se ha acostumbrado recientemente. Sin embargo, el gobierno puede considerar la situación en términos de viabilidad política, y centrarse especialmente en si puede satisfacer el nivel de vida esperado de los grupos de los que depende principalmente para su apoyo.
En la práctica, por tanto, la distinción entre posible e imposible es imprecisa. Existe un compromiso entre tener suficiente inversión para que la economía crezca y mantener un nivel de consumo satisfactorio. La forma de abordar esta disyuntiva dependerá del sistema económico concreto y del grado de control estatal. En una economía muy centralizada, el equilibrio entre $C_0$ y $I_0$ será en gran medida una decisión del gobierno. En una economía más orientada al mercado, será el resultado de muchas decisiones distintas de empresas y particulares. Pero en cualquiera de los casos, si un país está apenas por encima del nivel de subsistencia, o si la producción está por debajo de la tendencia (quizá debido a una mala cosecha o a una catástrofe natural), es probable que resulte muy difícil lograr una inversión suficiente para el crecimiento.
Por lo tanto, en algunas circunstancias, la inversión extranjera puede ser prácticamente esencial para el crecimiento. En otras, aunque no sea esencial, puede ayudar a mitigar el problema de lograr el crecimiento manteniendo un nivel de consumo satisfactorio.