En primer lugar, hay algunos principios generales que uno debe conocer en relación con los creadores de mercado:
- La bolsa suele darles incentivos para que proporcionen liquidez (en los mercados de opciones, los reembolsos se han extendido al ciudadano medio si alguien alcanza su límite).
- Al creador de mercado no le importa (no debería) la dirección del mercado.
- El creador de mercado obtiene un beneficio de los viajes de ida y vuelta de sus órdenes limitadas, alguien que compra su oferta y luego vende a su oferta más baja y viceversa.
Si un valor ha estado cotizando, es fácil que un nuevo creador de mercado entre y coloque órdenes. En la actualidad, la mayor parte de las órdenes se generan por ordenador, de modo que el ordenador se fijará en la última operación o en el punto medio de la oferta y la demanda y publicará su propia oferta y demanda y las ajustará en consecuencia una vez que se haya ejecutado una de las órdenes del creador de mercado.
Si se alcanza una petición, seguirán publicando peticiones pero a precios mucho más altos porque estarán sobrecargados de cortos. Tendrán en cuenta el volumen y tratarán de hacer algún tipo de estimación de la amplitud del diferencial que ofrecen, X. Publicarán una oferta a (1-X)*precio de compra. Si sus peticiones siguen siendo alcanzadas, tomarán el precio medio de todas las ventas y lo multiplicarán por esa X, con lo que subirán su oferta, aunque a un ritmo mucho más lento que sus peticiones, ya que se están sobrecargando de cortos.
Salvo en el caso de las pink sheets y las otcbbs, este proceso está bien gestionado de antemano para el creador de mercado en forma de OPI, donde se celebran muchas subastas previas a la comilla para que los creadores de mercado las analicen.
En el caso de las opciones a corto plazo, los gestores de la cartera suelen tratar de aprovechar la volatilidad implícita del punto medio de sus ofertas y demandas con respecto a la volatilidad histórica durante el mismo periodo.
A partir de ahí, todo sigue igual, pero eso es lo básico. La realidad es un poco diferente porque el volumen suele pasar de un lado a otro, y los gestores de la cartera intentan adaptarse por miedo a perder negocio o a ser expulsados de la bolsa. En el caso de las opciones, el único temor real que tienen los gestores de movilidad son los movimientos repentinos del subyacente que superan el IV que han aceptado y que no ha sido fijado para absorber ese tipo de movimiento.
Además, para que quede claro, los MM no determinan los precios de los valores. Sólo son la mitad de la ecuación cuando se negocian realmente. En los activos de gran liquidez, podría ser fácilmente un especulador contra otro especulador, y si los gestores de movilidad no publican precios que nadie quiera alcanzar, no están negociando en absoluto.