Sí, el FTSE 100 puede bajar al mismo tiempo que la moneda. Depende de lo que esté causando la depreciación de la moneda o de lo que esté afectando al FTSE en ese momento. Sin embargo, es difícil establecer en qué dirección van los efectos en tiempo real.
Supongamos que la moneda se deprecia debido a una política monetaria flexible. Si se cumple la condición de Marshall-Lerner, esto significa que las empresas exportarán más y tendrán más beneficios. En ese caso, podríamos esperar que el FTSE subiera. Por otro lado, si la condición no se cumple, las exportaciones pueden bajar y el FTSE con ellas. Este es el caso en el que la depreciación de la moneda afecta al FTSE.
Por otro lado, el FTSE puede afectar a la moneda. Si las empresas se enfrentan a una crisis o a otros problemas, el FTSE baja. Esto puede incitar al banco central a intentar depreciar la moneda o puede hacer que las inversiones salgan del país, lo que deprecia la moneda. La moneda puede depreciarse durante un tiempo, antes de que la política monetaria tenga efectos positivos en el FTSE. La pérdida de inversiones tendrá un efecto negativo directo en el FTSE, ya que hay menos oferta de capital y los tipos de interés para las empresas pueden subir. También en este caso, tanto el FTSE como la moneda pueden bajar.
También puede haber terceros factores que afecten tanto al FTSE como a la moneda. Supongamos que la moneda se deprecia debido a otros factores, por ejemplo, un aumento de la incertidumbre. Esto puede hacer que las inversiones salgan del Reino Unido, depreciando así la moneda. Además, esa misma incertidumbre económica y la reducción de la inversión podrían perjudicar a los beneficios y, por tanto, el FTSE podría bajar.
Además, es muy posible que se produzca una crisis simultánea en el sector bancario y una crisis monetaria. Son las llamadas "crisis gemelas". Véase el artículo de Kaminsky y Reinhart de 1999 en el REA como referencia. En ese caso, el FTSE y la moneda pueden caer simultáneamente. Sin embargo, las crisis gemelas son más relevantes para los regímenes de tipo de cambio fijo, por lo que esta posibilidad puede no aplicarse al Reino Unido tanto como a otros países.