Consideremos los acontecimientos que se están desarrollando en Estados Unidos en relación con el trabajo manual intensivo y los trabajadores inmigrantes. Si cada vez más trabajadores inmigrantes son expulsados de la bolsa de trabajo, sigue siendo un tema muy discutido si los nacionales de EE.UU. serán capaces de recoger el relevo. Digamos que se nos presentan los dos lados del argumento:
(Por supuesto, se trata de generalizaciones hasta cierto punto, y no pretendo hablar en nombre de todo el mundo; simplemente intento destacar algunas de las principales preocupaciones de ambos lados del pasillo)
Liberal: "Reconsidere su juicio sobre los trabajadores inmigrantes. Los estadounidenses son demasiado blandos para los trabajos sucios. ¿Por qué si no tantos desempleados rechazarían la oportunidad de trabajar durante una recesión?"
Conservador: "No es que seamos demasiado blandos para trabajar, es que el mercado laboral actual tiene un sesgo sistémico contra nosotros. ¿Por qué deberíamos trabajar por unos salarios que no son justos?".
Los liberales estadounidenses exponen un argumento convincente: los trabajadores inmigrantes no están robando puestos de trabajo a nadie, simplemente están ocupando los puestos que los estadounidenses no quieren hacer. Mientras que en el pasado los estadounidenses trabajaban en industrias que requerían mucha mano de obra, como la siderúrgica y la manufacturera, la América actual, tecnológicamente integrada, es diferente. Esencialmente, decir que los estadounidenses son demasiado blandos para los trabajos sucios. La reciente escasez de mano de obra agrícola en California ilustra un punto en esta línea.
Mientras tanto, los conservadores también tienen un sólido argumento de que los trabajadores inmigrantes son competidores de los ciudadanos estadounidenses poco cualificados. El grupo demográfico poco cualificado suele considerarse el perdedor de la globalización, ya que se ve superado por los trabajadores inmigrantes, que trabajarán más duro en el trabajo por menos sueldo. Los conservadores también citan los flujos de ingresos netos de las comunidades locales. Muchos trabajadores inmigrantes envían la mayor parte de sus ingresos a sus países de origen y, a nivel macro, todo se suma, sus comunidades locales pierden vigor económico y se deterioran.
Mi pregunta es: ¿Hay algo en la economía teórica/empírica que se pueda aportar a este debate?
Esta es mi pregunta, aunque me doy cuenta de que algunos lectores pueden encontrarla bastante amplia, por lo que he incluido algunas preguntas específicas opcionales a las que puede responder si se siente inclinado.
- ¿Existen riesgos morales? Es decir, ¿la gente prefiere depender de la asistencia social que trabajar en un huerto?
- ¿Se trata de un caso de demasiada/demasiada poca regulación? Es decir, debido a la onerosa normativa, es demasiado caro contratar a trabajadores legales y se prefiere al trabajador inmigrante barato pero ilegal?
- Si existe un precio de equilibrio "justo" que atraiga a los estadounidenses de la zona, ¿será incluso asequible para las empresas agrícolas y de otras industrias relevantes? ¿No podrían simplemente mecanizarse?
Nota: Si es posible, haga lo posible por criticar ambos puntos de vista en la respuesta, de modo que se elimine un poco el sesgo de la afiliación política y que tampoco parezca que uno es "mejor" que el otro.