No estoy casado ni tengo hijos, lo que significa que la gestión de mis bienes personales y de mis finanzas en el trágico caso de mi fallecimiento es menos sencilla que si existiera alguno de ellos.
Estoy redactando un testamento vital para gestionar los cuidados al final de la vida, y cosas por el estilo, pero, encuentro que lo que preferiría hacer con mis finanzas podría necesitar ser un poco taylored a la situación exacta en el momento de un fallecimiento tan trágico.
Por ello, estoy considerando la posibilidad de recurrir a un albacea para que se encargue de ciertos aspectos de la parte financiera y de los bienes personales.
Así que mis preguntas son:
¿Existe alguna razón por la que no deba considerar como albacea de mi testamento/estado a un amigo personal de larga data y de edad similar que mi familia conoce bastante bien, y al que considero una persona justa y responsable desde el punto de vista financiero?
¿Debo nombrar a su mujer, en la que también confío, como coexcutor (executris?), o dejarle a él como único?
Por razones obvias, no pienso nombrarlos en mi testamento de manera que tengan beneficios económicos en el proceso de albaceazgo.
Además, no estamos hablando de mucho dinero. En este momento de mi vida, el valor total del patrimonio contando el seguro de vida sería inferior a 500.000 dólares estadounidenses.