Los precios se rigen por la demanda de una mercancía y la disponibilidad de la misma. En el caso de algunas materias primas, la proyección de la demanda es fácil o irrelevante.
Tomemos como ejemplo la grava... si pido 50 toneladas de grava, encuentro un proveedor que me envía lo que haya en su almacén y, si es insuficiente, lo saca de una cantera y lo pone en un camión. No es gran cosa: el coste de generar más suministro es bajo. (al igual que el coste de mantener un exceso de inventario... ¡las piedras no se estropean!)
La lechuga es un poco más complicada. Basándose en los pedidos anteriores y en las tendencias de crecimiento, se puede calibrar fácilmente la demanda. El truco es, entregar el suministro... todo tipo de cosas como el clima, los bichos, las enfermedades pueden interrumpir mi capacidad de enviarle suficiente lechuga. El costo de obtener un suministro adicional es moderado, sólo traigo lechuga en camión desde California.
La gasolina es más difícil porque la demanda cambia según la temporada y la elasticidad del precio. Y la cadena de suministro es muy larga... Yo vivo en Nueva York, por lo que la mayor parte de mi gasolina llega a través de una plataforma de perforación en Arabia Saudí o en el Golfo, a una refinería en Nueva Jersey, a un parque de tanques a lo largo del río Hudson y a mi gasolinera local. En cualquier punto de esa cadena, un problema de ruta crítica puede dar lugar a una limitación del suministro o a un exceso de existencias, y esos problemas tienen efectos en cascada sobre el precio.
Para responder a su pregunta, el precio es volátil porque hay mucha demanda, una compleja cadena de suministro y una serie de variables independientes (tipos de cambio, clima, etc.) que pueden afectar al precio.