Ah, el enigma de los autónomos.
Obviamente, es imposible saber si a alguien le va a gustar o no algo tan subjetivo como el diseño. Sin embargo, hay algunas cosas que se pueden hacer para minimizar el riesgo:
En primer lugar, obtenga toda la información posible antes del proyecto. Elabore un cuestionario que responda a preguntas sobre su público objetivo, la competencia y cómo quiere posicionarse en el mercado.
Esto le dará pistas sobre cómo deben ser sus diseños. Recuerda que probablemente no estás diseñando para el gusto de una sola persona, sino para resolver algún tipo de problema y atraer a un grupo de personas.
Si puede justificar sus opciones de diseño con la información recopilada en el cuestionario, no tendrá problemas.
La segunda cosa que puedes hacer es añadir otra etapa al proyecto en la que reúnas unos cuantos moodboards de estilo. Esto es útil para ti, pero también puedes enviárselo al cliente para que compruebe que vuestras visiones coinciden. No tengas miedo de pedirles que contribuyan, haz que sea una colaboración.
Lo tercero es muy importante y te cubre si después de todo eso sigue sin gustarles lo que has producido (y lo peor de todo pero muy raro: ¡se niegan a pagar!)
Debe indicar claramente en su presupuesto (no en la letra pequeña al final) que este proyecto viene con x conjuntos de enmiendas. A mí me parece que con 2 es suficiente.
También debes pedir un depósito (el 50% siempre es bueno) antes de que comience cualquier trabajo, así que si el cliente se da a la fuga al menos tienes la mitad.
Si sigues los pasos anteriores, y perdón por la falta de formato - parece que no puedo hacerlo en mi teléfono, estás minimizando el riesgo de a. Que al cliente no le guste tu trabajo y b. Que no te paguen.
Mucha suerte.