Así que los pros son bastante simples: En efecto, se limita el riesgo de divisas y se obtiene una exposición al "verdadero" rendimiento del índice de su moneda nativa. Además, suelen ser capaces de cubrirse de forma mucho más barata que usted debido al acceso a los tipos de interés mayoristas, etc. En pocas palabras: se reduce la varianza a corto plazo al mitigar el riesgo de cambio.
Pero, y aquí viene la estafa clave: la cobertura nunca es gratuita, y estos ETFs siempre tendrán costes marginalmente (y a veces mucho) más altos que los no cubiertos debido a las transacciones adicionales que tienen que hacer. No sólo eso, sino que históricamente muchas divisas oscilan unas contra otras y los movimientos básicamente se cancelan con el tiempo, por lo que los inversores a largo plazo deberían preocuparse más por estas comisiones adicionales que por la varianza adicional que la versión sin cobertura les obliga a absorber, ya que a largo plazo suponen un coste mucho mayor del que la cobertura les devuelve.