Una orden stop loss se utiliza para comprar o vender un valor cuando alcanza un precio determinado (puede proteger una posición larga o corta). La ejecución a ese precio no está garantizada porque la acción puede sufrir un gap a la baja, lo que puede dar lugar a una ejecución mucho peor que el precio de stop loss.
En un collar de acciones largo, por cada 100 acciones que posea, venda una opción de compra fuera del dinero (OTM) y utilice los ingresos para comprar una opción de venta OTM. De este modo se define un suelo por debajo del cual no puede perder, así como un techo por encima del cual no obtendrá beneficios.
Los collares pueden estructurarse sin coste alguno. Si desea sesgar el gráfico de riesgo de modo que tenga más potencial alcista que riesgo bajista, la opción de compra vendida estará más OTM (o la opción de venta más cerca del dinero) y el collar tendrá un coste neto. Si se inclina el collar en sentido contrario (la opción de venta está más OTM que la opción de compra) se obtendrá un crédito neto, pero la pérdida potencial será mayor que el beneficio potencial.
Un dividendo pendiente afecta a la prima de la opción. La prima de las opciones de venta se inflará y la de las opciones de compra se desinflará. Por lo tanto, cuanto mayor sea el dividendo, más caro será el collar.
Si hace collars de 1 a 3 meses y la acción se aprecia hacia el precio de ejercicio de la opción de compra corta, puede hacer rodar el collar hacia arriba y/o hacia fuera, protegiendo parte de su plusvalía. Lavar, enjuagar, repetir.
¿Advertencia? No juegues con los collarines si no quieres vender las acciones.
Las acciones largas con collar equivalen sintéticamente a un diferencial vertical. Eso significa que tienen un rendimiento similar y gráficos de riesgo parecidos. Para más información, busque en Google: "Posiciones sintéticas en opciones"