Recapitulación de la historia de Black-Scholes:
- Nadie sabe el precio justo de las opciones.
- Revolución: ¡BS! Pones todos los parámetros y obtienes un precio -> ¡Un Premio Nobel por eso!
- Espera: nadie conoce el verdadero valor de la volatilidad futura, por lo que no podemos calcular el precio justo después de todo y volvemos a la casilla de salida.
- Pero bueno: Asumiendo que el señor mercado siempre tiene razón ahora lo tenemos al revés: poniendo precios reales de mercado de las opciones y calculando su volatilidad implícita vía BS.
Así que lo que estamos haciendo básicamente es intercambiar la incertidumbre sobre el precio justo de una opción por la incertidumbre sobre la volatilidad futura, o simplemente una transformación matemáticamente sofisticada de la incertidumbre en sí misma. Podríamos haber tenido el "Sr. Mercado siempre tiene razón" sin la compleja maquinaria matemática, ¿no?
Lo sé, uno de los logros de la BS es que el precio de la opción es independiente de cualquier deriva del subyacente pero aun así mi pregunta es:
¿Es correcta mi breve caracterización anterior y, en caso afirmativo, cómo ayuda realmente a transformar una forma de incertidumbre en otra y, aun así, no poder calcular un precio justo (la razón por la que se inició todo el esfuerzo en primer lugar)?