Una depreciación del yuan se traducirá en un aumento de las exportaciones chinas, ya que cuando los países compiten en precio por bienes como el acero y los neumáticos la demanda es muy elástica. Un pequeño cambio en el precio provocará un gran cambio en la cantidad demandada. India lo sabe y, tras una sucesión de malos meses, las exportaciones saldrán perdiendo aún más ahora que el yuan se ha devaluado.
Además, ahora que China ha modificado su tipo de cambio, podría inclinarse por un tipo de cambio más flexible (como sugiere el artículo), lo que permitiría un aumento de la movilidad de capitales que los inversores ven con buenos ojos. La devaluación del yuan también ha disminuido el precio de los activos chinos, lo que hace que sea más barato invertir.
Es probable que la nueva reducción del precio de las exportaciones chinas provoque una nueva apreciación de la moneda al aumentar la demanda de productos chinos. Algunos inversores adquirirán activos y divisas chinas, previendo que la moneda se apreciará en el futuro, lo que les reportará un buen beneficio.
Por último, a medida que los sectores de la India que dependen de las exportaciones luchan por competir con el suministro de las principales industrias del mundo, la caída de la cuota de mercado será absorbida por China, lo que dará lugar a empresas chinas más atractivas (que pueden estar abiertas a la IED). La India también tiene dificultades para abastecer a sus industrias nacionales, ya que no puede competir en precios. Esta incertidumbre en torno a la India y sus mediocres resultados probablemente hará que la IED se retire y se reinvierta en oportunidades más lucrativas.