El riesgo.
La selección de factores de Fama-French para los modelos de 3 y 5 factores se basa en la idea de que los rendimientos sistémicos por encima o por debajo de un índice de referencia se deben únicamente a la asunción de riesgos (es decir, los inversores que sobreponderan valores de riesgo (por ejemplo, infravalorados y desfavorecidos) sólo lo hacen en previsión de mayores recompensas).
La historia de esta intuición central se remonta a Modigliani Miller (I o II) en la que los autores propusieron a) el apalancamiento no cambia el valor de una empresa (o sus rendimientos esperados del capital), y b) el exceso de rendimientos podría explicarse por un coeficiente beta que representaba el riesgo. El CAPM proponía entonces que esta beta podía observarse directamente a partir de los rendimientos y covarianzas del mercado. FF replicó entonces con el Modelo de 3 factores FF (1992) para demostrar que una explicación tan simple del riesgo tergiversaba las creencias fundamentales sobre la eficiencia del mercado.
Según la Escuela de Chicago, la eficiencia del mercado no es la creencia de que los precios del mercado son correctos, sino más bien de que es muy difícil determinar si están equivocados. En un mercado eficiente como el de Chicago, en el que los inversores asignan el capital según sus creencias y su tolerancia al riesgo, las creencias siguen siendo falibles. Por lo tanto, no creo que FF pretendiera que sus modelos de factores se utilizaran en la asignación táctica de activos o que explicaran toda la variación de los rendimientos, sino más bien que demostraran las deficiencias del CAPM.
Por lo tanto, es importante tener en cuenta que no existe el concepto de "barato" en el universo FF. Por ejemplo, el factor B/M (HML) no pretende transmitir la "baratura", sino las expectativas de los inversores sobre la capacidad futura de una empresa para pagar a los inversores. Esta intuición, a su vez, procede del modelo de descuento de dividendos (DDM), en el que el valor actual neto se define por los flujos de caja futuros descontados que los inversores reciben por mantener un determinado valor o cesta de valores.
FF (2015) elaborado:
Hay muchas pruebas de que el rendimiento medio de las acciones está relacionado con el ratio de capital contable a mercado, B/M. También hay pruebas de que la rentabilidad y la inversión se suman a la descripción de los rendimientos medios proporcionada por B/M. La lógica de por qué estas variables están relacionadas con La lógica de por qué estas variables están relacionadas con los rendimientos medios puede explicarse a través del modelo de descuento de dividendos. El modelo El modelo dice que el valor de mercado de una acción es el valor valor actual de los dividendos esperados por acción,
(1) $$ m_t = \sum_{\tau=1}^{\infty} E \left(d_{t+1} \right)\frac{1}{1+r^\tau} $$
En esta ecuación $m_t$ es el precio de la acción en el momento $t$ , $E(dt+τ)$ es el dividendo esperado por acción en el período $t+τ$ y $r$ es (aproximadamente) el rendimiento medio esperado de las acciones a largo plazo o, más exactamente, el tasa interna de rendimiento de los dividendos esperados.
Por lo tanto, las empresas con valores contables relativamente bajos en relación con los valores de mercado implican a) altos beneficios futuros y/o, b) bajo riesgo. Del mismo modo, las empresas con valores contables relativamente altos en relación con los valores de mercado implican a) bajos beneficios futuros y/o b) alto riesgo.
El factor de rentabilidad (es decir, el rendimiento operativo de los fondos propios) está relacionado con el DDM. La incorporación de una medida sustitutiva del valor actual neto, distinta del valor contable, ayuda a diferenciar las empresas marginales de las sólidas. A primera vista, la rentabilidad no se ajusta al tema de FF sobre el riesgo. Sin embargo, puede considerarse como una medida sustitutiva de la sensibilidad del valor contable al riesgo.
Asimismo, las intuiciones para la selección de los factores de tamaño (PYME) e inversión (es decir, crecimiento de los activos) se relacionan con el riesgo. Con el tamaño, se considera generalmente que las empresas más pequeñas son más arriesgadas que las grandes. En cuanto a la inversión, las empresas que invierten suelen considerarse seguras, mientras que las que no invierten lo suficiente suelen considerarse arriesgadas.
En particular, el impulso no encaja en el marco más amplio. Aunque los FF siguen siguiendo carteras construidas por orden de los rendimientos anteriores, el impulso no se considera formalmente una prueba a favor o en contra de la HME. Se trata más bien de una anomalía que podría ser explicada mejor por los economistas del comportamiento. La reversión a la media, por otro lado, no es tan problemática, ya que se supone que está causada por problemas de sincronización en la oferta/demanda y es cara de negociar.