Tenga en cuenta que muchos cheques se cobran por escáner o foto. Puede tratarse de sistemas basados en el hogar, en empresas o en cajeros automáticos. El requisito clave es que el software sea capaz de distinguir las partes "escritas" de las partes de fondo.
Si la imagen no tiene suficiente contraste para que funcione la detección de bordes, el control no se puede procesar fácilmente. En ese caso, un humano mira la imagen, la descodifica y procesa la transacción. La imagen no es en color.
Muchas empresas escanean el cheque y le devuelven el original después de que el sistema de punto de venta procese la imagen.
Después de 2001, los cheques en Estados Unidos ya no se mueven por el sistema bancario, sólo sus imágenes. Con la implantación de estos sistemas basados en imágenes, en el futuro los bancos casi no verán cheques físicos. Por lo tanto, el color real de la tinta no es importante, sólo el resultado.