Sólo para añadir a los puntos existentes con mis propias experiencias en el Reino Unido:
Comunicación: Algunos bancos son mejores que otros cuando se trata de que el cliente pueda contactar con la persona adecuada. Con un corredor, tienes un único punto de contacto, y es su trabajo hablar con el banco.
Además, si el corredor ya tiene una relación establecida con un banco, es muy probable que pueda hablar directamente con las personas pertinentes de ese banco, lo que no puede hacer un cliente.
Por ejemplo: un banco con el que traté me exigió que iniciara los trámites hablando con su gestor hipotecario, en persona, en una sucursal local. Cuando posteriormente tuve preguntas, nunca estuvieron disponibles por teléfono. Cuando contraté los servicios de un agente, éste se mostró encantado de hacer todo por teléfono, correo electrónico y correo postal, y pudo evitar la sucursal por completo y hablar directamente con las personas adecuadas en otro lugar.
Espacio de maniobra: Por otro lado, un corredor puede tener acceso directo al suscriptor de la hipoteca, que no es alguien con quien el cliente llega a hablar. Suponiendo que el corredor entienda sus circunstancias particulares, puede estar en condiciones de persuadir al suscriptor para que haga uso de su discreción si usted quiere pedir un préstamo un poco más alto de lo que sería posible de otra manera.
Experiencia: Si nunca has pasado por el proceso, puede ser útil tener a alguien que actúe como guía y se ocupe de parte de la administración (y del estrés). También podrán sugerirte productos de seguros relevantes (aunque espero que no sean demasiado insistentes...).
Arreglos complejos: si su compra es algo fuera de lo común y en ella intervienen varios bancos u otras organizaciones, es muy útil contar con una persona que se encargue de gestionarlo todo.
Nota: mis experiencias son con una empresa de corretaje que cobraba una tarifa fija por sus servicios. No estoy afiliado de ninguna manera a ningún corredor; ¡solo soy un cliente satisfecho!