En primer lugar, los bancos pagan intereses por los depósitos. El resto es bastante complicado en realidad.
Su razonamiento se basa en la idea de un simple ejemplo de libro de texto de banca de reserva fraccionaria: If a bank receives deposits, it can make loans, but needs to keep reserves. For the banking system as a whole, the minimum reserve requirement determines the maximum amount of money that could be created.
Básicamente, cuando un banco concede un préstamo, el prestatario recibe el importe en forma de depósito, lo que provoca un aumento de los créditos en el activo y de los depósitos de clientes en el pasivo del balance del banco. Casi siempre, los prestatarios utilizarán inmediatamente su nuevo dinero para comprar el bien o servicio para el que se pidió el préstamo. Este pago reduce de nuevo los depósitos.
Aumentará los depósitos en la cuenta del beneficiario del pago, que la mayoría de las veces estará en un banco diferente. En un ejemplo aún más extremo, pensemos en un préstamo de 1.000 dólares para comprar un teléfono móvil a un vendedor local. Si la persona que recibe el préstamo retira el dinero en efectivo y paga al vendedor local en efectivo, y el vendedor local decide quedarse con este dinero en efectivo, ya no ocurre nada más. Un aspecto importante es que un banco comercial individual no puede utilizar la concesión de préstamos para garantizar un aumento duradero de los depósitos que posee. Por lo tanto, no puede simplemente calcular un beneficio neto sobre una cantidad máxima ficticia de depósitos, aunque esa lógica de libro de texto fuera simplemente cómo funciona la banca.
Dejando a un lado este modelo simplista, los depósitos y los préstamos no están muy relacionados en la banca moderna. De hecho, muchos países, incluido EE.UU., no tienen (o han dejado de tener) ningún requisito de reservas. Sin embargo, los bancos tienen que cumplir numerosos requisitos de capital (p. ej. ratio de adecuación del capital calculado como el porcentaje del capital de un banco respecto a sus activos ponderados por riesgo), requisitos de liquidez (por ejemplo Ratio de financiación estable neta (NSFR) y el Coeficiente de Cobertura de Liquidez (LCR)) y las exigencias de reservas. En esencia, existe todo un conjunto de requisitos dentro de la Basilea III marco.
Los préstamos no generan beneficios automáticamente porque habrá impagos, cambios en los tipos de interés, etc. Siguiendo con el ejemplo de los préstamos frente a los depósitos, los préstamos son créditos ilíquidos a largo plazo, mientras que los depósitos son pasivos líquidos a corto plazo. Si tienes un préstamo a tipo fijo a 10 años por el 1% en tus libros y los tipos de interés suben de tal manera que los depósitos pagan algo así como el 5% en ese periodo de 10 años, en realidad pierdes dinero como banco.
Tampoco necesita depósitos para prestar porque puede emitir bonos, obtener fondos en el mercado interbancario, mediante repos o directamente obteniendo dinero del banco central. Por ejemplo, el límite máximo del BCE para posibles operaciones de refinanciación asciende ahora a unos 3,3 billones de euros, según el (T)LTRO tracker de la Universität Leipzig.