Giros postales, cheques de caja, cheques certificados, órdenes de giro son cosas diferentes que, en esencia, son lo mismo para usted. Puede ingresarlos todos igual que cualquier otro cheque.
Los giros postales los emiten las agencias de correos (USPS, Western Union, Moneygram, las más comunes). Los cheques de caja los emiten los bancos. Los cheques certificados los emiten las cooperativas de crédito. Los giros son emitidos por organismos públicos.
En todos estos casos, el responsable es el emisor, no la persona que te los da. Por eso se venden a cambio de efectivo o de alguna otra forma de fondos garantizados, y en cualquier caso la venta del instrumento es la transacción entre el emisor y el comprador, no usted.
El riesgo está en los cheques fraudulentos. Se trata de una estafa muy común en Internet: alguien te envía por correo un cheque al portador y luego te pide el reembolso o la devolución del dinero bajo algún pretexto. Los cheques fraudulentos tardan un tiempo en ser identificados como tales y rebotados, pueden tardar semanas o incluso meses.
Esta estafa rara vez funcionaría en una transacción en persona utilizando un bien rastreable y fácilmente recuperable como un coche. Si alguien te da un cheque falso por un coche, sería bastante fácil de encontrar.
Para ir sobre seguro, puedes acordar con el comprador que se reúnan en el banco y ver cómo compran el cheque de caja que luego te darían a cambio del título. De hecho lo he hecho una vez como vendedor.