El precio de la anarquía es una relación entre la eficacia de una solución centralizada y una solución con responsables descentralizados. El supuesto implícito parece ser que la solución centralizada siempre es al menos tan eficiente como la solución descentralizada, debido a fenómenos como la paradoja de Braess, y por tanto la relación debe ser al menos 1. Sin embargo, a menudo se dice que las economías dirigidas son menos eficientes que las economías de libre mercado. Parece que los planificadores centrales no consiguen fijar eficazmente los parámetros de una economía, en relación con los mercados bajo los supuestos del primer teorema del bienestar sobre la elasticidad, el impacto del mercado, etc. ¿Cómo encaja esto en el modelo del precio de la anarquía? ¿No debería ser éste un caso en el que el precio de la anarquía fuera inferior a 1?
Una pregunta relacionada, y quizá incluso un caso especial de lo anterior, es que muchos modelos macroeconómicos parecen tener como objetivo conseguir que los resultados del mercado se asemejen lo más posible a los resultados de la planificación centralizada (es decir, la motivación de las condiciones del primer teorema del bienestar), pero si los resultados de la planificación centralizada parecen empíricamente peores, ¿por qué no se centra la atención en evaluar cómo se comportan los sistemas centralizados utilizando los sistemas de mercado como patrón oro? Esto parece acercarse más a la forma en que los profanos conciben la relación entre sistemas económicos centralizados y descentralizados. ¿Se realiza también este tipo de análisis en macroeconomía?