La fiscalidad:
El SEC establece que: "Una empresa que se califica como REIT puede deducir de su renta imponible corporativa toda la de los dividendos que paga a sus accionistas. Debido a este tratamiento fiscal especial, la mayoría de los REITs pagan al menos el 100% de su de sus ingresos imponibles a sus accionistas y, por lo tanto, no deben pagar el impuesto de sociedades".
El efecto es que un REIT puede trasladar su carga fiscal a los accionistas en lugar de pagar ellos mismos los impuestos federales, aunque un REIT es una entidad que tributaría como una sociedad si no fuera por su estatus especial de REIT. Este traspaso simplifica y reduce el tratamiento fiscal como morningstar explica: "Las cuestiones fiscales para los inversores en REIT son bastante sencillas. Cada año, los REIT envían el formulario 1099-DIV a sus accionistas, que contiene un desglose de las distribuciones de dividendos. A efectos fiscales, los dividendos se asignan a los ingresos ordinarios, a las ganancias de capital y al rendimiento del capital. Como los REITs no pagan impuestos a nivel corporativo, los inversores tributan a su tipo impositivo individual por la parte de ingresos ordinarios del dividendo."
Si no fuera una empresa de paso, pagaría el impuesto de sociedades por sus beneficios. Si paga dividendos, éstos se gravarían de nuevo a nivel de los accionistas.