La HRA es un sistema de reembolso financiado en su totalidad por su empresa. En esencia, es dinero gratis para usted, que le reembolsa los gastos médicos no cubiertos por su seguro. Sin embargo, hay algunas situaciones en las que puede tener sentido optar por esta prestación.
Si tiene un Plan de Salud con Deducible Alto (HDHP) elegible para la HSA, puede hacer contribuciones deducibles de impuestos a su propia HSA. Sin embargo, si está cubierto por una HRA, no puede contribuir a una HSA. Por lo tanto, si quiere contribuir a una HSA, tendrá que optar por no participar en la HRA.
Asimismo, su propia HRA cubre automáticamente a su cónyuge. Por lo tanto, si su cónyuge quiere contribuir a una HSA (o incluso si el empleador de su cónyuge está contribuyendo a su HSA), usted tendría que optar por no participar en su HRA.
Para decidir si una HSA es más ventajosa que la HRA de su empleador, tiene que ver la cantidad de deducción fiscal que obtendría al contribuir a una HSA y compararla con la cantidad que ofrece su empleador en la HRA. Tenga en cuenta, sin embargo, una gran diferencia entre ambos planes: Una HRA pertenece a su empresa y está financiada en su totalidad por ella. Todo lo que no se utiliza vuelve a ellos cuando usted se va. Sin embargo, con una HSA, el dinero que contiene es suyo para siempre hasta que lo gaste.
Otra nota: existe algo llamado HRA de propósito limitado, que es una HRA que sólo puede utilizarse para tipos específicos de gastos de salud, incluidos los dentales y de visión, pero no puede utilizarse para gastos médicos generales. Este tipo de HRA no le hace inelegible para la HSA.