Como contratista, te ahorrarás mucho tiempo y dolores de cabeza si te sientas con el cliente y trabajas en las maquetas antes de comenzar el proyecto. Esto hace dos cosas que valen su peso en oro.
En primer lugar, se asegura de que el cliente se sienta cómodo con lo que va a recibir. Presentarles algo que puedan ver y entender claramente ayuda a eliminar los errores de comunicación. En segundo lugar, se asegura de tener una clara comprensión de las necesidades del cliente y de iniciar el desarrollo en la dirección correcta.
Si un posible cliente no tiene una visión y un plan claros para el proyecto antes de empezar. Dígale que eso es lo primero que tendrá que ayudarle a resolver si le contrata para el proyecto. Está bien que les factures el tiempo dedicado a ayudarles a elaborar el plan del proyecto, pero asegúrate de que lo tienes antes de empezar o las cosas se desviarán y tanto tú como ellos acabarán frustrados y agotados.