Desde un punto de vista práctico, las guerras de ofertas son efectivamente subastas informales. Lo que se suele hacer es que los compradores informan a sus agentes de su precio máximo, y los agentes de los compradores dicen al agente del vendedor "Esta es la oferta de mi cliente, pero por favor, avísenos si nos superan". A veces esto se formaliza a través de lo que se conoce como cláusula de escalada que es esencialmente una oferta para ofertar algún incremento más que cualquier otra oferta más alta, hasta cierto precio de reserva.
Algunos vendedores aceptan las cláusulas de escalada, otros no, y esta decisión parece estar influida en parte por la estrategia y en parte por la costumbre de la zona. El hecho de no aceptar una cláusula de revalorización puede obligar a los compradores a lo que es en realidad una subasta de primer precio en pliego cerrado mientras que aceptarlos lo convierte en algo más tradicional ( Inglés ) subasta.
Como nota adicional, el punto que señala @desnep es cierto: aunque se requiere una prueba de otras ofertas, no siempre es posible determinar que esas ofertas representen realmente ofertas de compra. Tengo entendido que, por esta razón, cuando se espera que las ofertas sean escasas, se anima a los compradores a presentar ofertas fijas y a estar preparados para retirarse si salen perdiendo, ya que hay un mayor incentivo para que los vendedores fabriquen ofertas (es decir, la manipulación del mercado es más eficaz en los mercados menos líquidos).