En primer lugar, yo evitaría las tarjetas de crédito si tienes la tentación de gastar más de lo que puedes permitirte, o si no eres muy organizado y puedes olvidar algunos pagos. La mayoría de los emisores cobran tipos de interés muy altos, así que si consigues una tarjeta de crédito es importante que pagues todo el saldo cada mes.
Si confías en ti mismo para hacerlo, obtener una tarjeta de recompensas puede ser beneficioso. Por lo general, no se aceptan para pagos realmente grandes, como los de la hipoteca, ya que los comercios pagan comisiones (incluso un % del importe) por cargar las tarjetas de crédito. Pero puedes obtener recompensas en la mayoría de las compras al por menor, billetes de avión, etc.
Yo buscaría otras opciones además de la que ofrece tu banco. Tal vez prefieras una tarjeta que ofrezca una simple devolución de dinero en efectivo, en lugar de puntos que sólo pueden utilizarse para determinadas compras. Muchas tarjetas ofrecen un 1% de devolución en efectivo, y algunas llegan al 2%, aunque suelen tener un inconveniente, como una cuota anual (a menudo exenta durante el primer año). Otras ofrecen diferentes porcentajes en distintas categorías de comercios.
También son comunes las bonificaciones como los 20.000 puntos que ofrece tu banco, así que busca. Algunas tarjetas ofrecen bonificaciones en efectivo, generalmente del orden de 100-400 dólares. Pero tienes que tener en cuenta si vas a gastar lo suficiente en los primeros meses para poder optar a esas ofertas.
Si eres muy organizado, podrías considerar eventualmente obtener varias tarjetas: una con altas recompensas en gasolineras, otra para tiendas de comestibles, etc. También puedes conseguir una cantidad no trivial de dinero con las bonificaciones por inscripción. Pero ten en cuenta que te costaría más trabajo pagar varias tarjetas cada mes (aunque se puede automatizar), comprobar periódicamente cada una de ellas en busca de fraudes, etc.