Mi testamento personal establece que mis posesiones, dinero y propiedades se entregarán a partes iguales a mi hijo y a mi esposa a mi muerte.
Sin embargo, me dijeron que mi casa es una excepción y todavía tiene que ir a la sucesión a pesar del lenguaje del testamento. En otras palabras, la casa se maneja por separado de todo mi dinero y otros bienes físicos.
No encuentro ninguna prueba que apoye esta afirmación.
¿Es cierto que mi casa se gestiona de forma diferente a mis otros bienes cuando muero?
Posibles hechos relevantes:
- Vivimos en Estados Unidos.
- Estamos legalmente casados.
- Mi nombre es el único que aparece en la escritura.
- Ambos vivimos en la misma casa.
- Mi mujer y yo pagamos la hipoteca conjuntamente.
- Esta es nuestra única y principal residencia.
- Nuestro hijo es un adulto legal (mayor de 18 años).