Por tu pregunta y comentarios, creo que puedes estar razonando incorrectamente sobre la probabilidad y, en concreto, sobregeneralizando a partir de la regla "la ocurrencia de eventos aleatorios no predice nada sobre eventos futuros".
Hagamos una sencilla demostración con dados, que esperamos que muestre cómo piensa el asegurador sobre los sucesos aleatorios. Supongamos que tenemos 100 dados de 6 caras y que hemos hecho todo lo posible para asegurarnos de que todos son idénticos, sin llegar a lanzarlos. Por ejemplo, todos han respondido lo mismo a varias preguntas como la edad, los ingresos, etc.
Hemos hecho un buen trabajo, así que digamos que 99 de estos dados son completamente normales, dados justos, y uno de ellos es malo y siempre saca un 6. Y jugaremos un juego en el que sacar un 6 es lo mismo que tener un evento asegurable y hacer una reclamación a la compañía de seguros.
Es útil pensar en lo que representa ese "mal muerto": se trata de una persona que tiene el mismo aspecto que una persona normal, pero que, por la razón que sea, hace muchas más reclamaciones. Tal vez sea un imbécil que miente sobre las reclamaciones sin culpa, o tal vez siga aparcando su coche bajo una zona propensa a los desprendimientos de rocas y no se le pueda convencer de lo contrario.
De todos modos, vamos a tirar todos los dados. Como era de esperar, de los 99 dados normales, alrededor de 16,5 deberían sacar un 6, digamos que exactamente 16 lo hacen, y por supuesto el dado malo también saca un 6. Todos estos dados "hacen una reclamación" a la compañía de seguros.
Ahora, ¿qué tasas deberíamos aplicar a los 2 grupos diferentes: los 17 dados que han sacado un 6 (aún no sabemos cuál es el dado malo), o los 73 dados que han sacado algo más? Para los 73 dados que no han presentado una reclamación, la probabilidad de presentar una reclamación la próxima vez sigue siendo 1/6 = 16,7%, como siempre.
Para los 17 que sí presentaron una reclamación, el número esperado de reclamaciones en la siguiente ronda es (1/6 * 16 + 1) / 17 = 21,5%. Esta diferencia de probabilidad es muy importante para la compañía de seguros, que tiene millones de clientes.
En general, hay que tener en cuenta que la probabilidad de un dado individual no cambió, y para un dado no manipulado, nada de las tiradas pasadas dice nada sobre el futuro. Es decir, el hecho de que le cayera un rayo no hizo que nadie tuviera más probabilidades de que le cayera un rayo en la segunda ronda. Sin embargo, por el mero hecho de presentar un siniestro, necesariamente muestras señales externas que son las mismas que las de las personas que son muy caras de asegurar (por ejemplo, las que presentan muchos siniestros), así que para la aseguradora tiene sentido agruparte con todos los que presentaron un siniestro.