En el caso más optimista, habrá unos 12-18 meses difíciles, seguidos de una vuelta a la normalidad. Las fábricas seguirán ahí, pero la mayoría de las cosas quedarán en suspenso mientras tanto. Esa vuelta a la normalidad conllevará algunos cambios (por ejemplo, el sector inmobiliario comercial se resentirá porque muchos trabajadores siguen trabajando a distancia), pero podría sea que la economía no pierda capacidad productiva real. Habría un gran aumento de la deuda pública y privada, pero básicamente sería como retroceder unos años a una época bastante pacífica y productiva, sólo que menos rica.
En el caso más pesimista, todo el material físico permanece, pero todo el material social (contratos, organigramas, conocimiento institucional, etc.) se desmorona y tiene que ser reconstruido. El bar local se hunde, y la economía local pierde el conocimiento actualmente incorporado en las operaciones/gestión de ese bar. Aunque el edificio y los taburetes del bar permanezcan, el negocio no se puede poner en marcha sin problemas porque dirigir un negocio no es tan fácil. Sería algo así como aterrizar en un planeta alienígena abandonado, encontrar un montón de fábricas vacías e intentar que vuelvan a funcionar.
Luego están todas las cuestiones político-económicas. La deuda pública, la inestabilidad política y todo lo demás. Por regla general, los inescrupulosos están mejor posicionados para sacar provecho de una crisis, por lo que tenemos razones para esperar cierta degradación de las instituciones políticas que nos cueste la productividad futura.
Estas son algunas bandas bastante amplias en el rango de posibles resultados: desde "¡Diablos, me va a tomar un par de años más pagar mi hipoteca!" hasta "¡Santo cielo, cómo se convirtió esto en el Uzbekistán post colapso soviético!". Por supuesto, la verdad estará en algún punto intermedio.
Lo que puedo decir con bastante seguridad son estos puntos muy generales:
- Habrá cambios en los sectores que reciben recursos/atención. La gente comprará más guantes de goma y congeladores y gastará menos dinero en otras cosas.
- Habrá cambios en las coaliciones políticas. La gente prestará más atención a las cuestiones de salud pública (y quizá menos a los parques nacionales). En consecuencia, los grupos de presión serán más o menos importantes.
- Habrá un periodo de recuperación. Una vez que volvamos al trabajo, la gente intentará pagar sus deudas durante un tiempo y retrasará esas vacaciones que podría haber tomado.
Los dos primeros puntos apenas son predicciones. El cambio es constante en los mercados y la política. La verdadera pregunta es "¿cómo de dramáticos serán estos cambios?". Mi predicción: serán lo suficientemente grandes como para ser medibles, pero no tan grandes como para que el mundo que acabemos sea irreconocible comparado con el que teníamos al principio.