La oferta de una empresa individual indica las distintas cantidades de un bien (o servicio) que una empresa está dispuesta y es capaz de producir y suministrar al mercado para su venta a distintos precios posibles, durante un periodo de tiempo concreto, ceteris paribus.
Según la ley de la oferta, existe una relación causal positiva entre la cantidad suministrada de un bien en un periodo de tiempo determinado y su precio, ceteris paribus: a medida que el precio del bien aumenta, la cantidad suministrada del mismo también aumenta; a medida que el precio disminuye, la cantidad suministrada también disminuye, ceteris paribus.
El razonamiento que se ofrece para la ley de la oferta también tiene cierto sentido: unos precios más altos suelen significar que los beneficios de la empresa aumentan, por lo que ésta tiene un incentivo para producir más. Unos precios más bajos significan una menor rentabilidad, y el incentivo que tiene la empresa es producir menos. Por lo tanto, resulta una relación positiva entre el precio y la cantidad suministrada: cuanto más alto sea el precio, mayor será la cantidad suministrada.
Sin embargo, para mí, posiblemente debido a la forma en que la definición está redactada con "dispuestos y capaces de producir al mercado a diferentes precios posibles", siento que la relación negativa de la demanda sería la relación para el precio y la oferta también:
Este es mi razonamiento: Si yo soy un agricultor, y alguna figura autorizada, como el gobierno, que se empeña en trazar gráficos de la economía a partir de datos del mundo real se acerca al único proveedor de maíz, yo, y me pide un conjunto de precios, "¿cuánto estaría usted dispuesto y capaz de producir y suministrar al mercado?", Primero determinaría con qué ingresos estaría al menos satisfecho, casi determinando un salario mínimo para mí, y en consecuencia, dividiría este salario mínimo por el conjunto de precios sobre los que el gobierno quiere recoger datos, para en efecto terminar en cuánto estaría dispuesto a producir y suministrar para cada precio dado:
Si digo que me conformaría con 500 a la semana, y el gobierno me pide datos sobre los precios (10, 20, 30, 40, 50), porque tendría que vender menos unidades de maíz por cada precio más alto para alcanzar los 500 que he fijado como el salario mínimo que tendría que recibir para estar dispuesto y poder producir maíz al mercado, mis unidades de maíz a cada precio serían 50, 25, 17, 13, 10 respectivamente.
Así, la oferta tendría una relación negativa con el precio
Para mí, ambos razonamientos tienen sentido, sin embargo, no puedo decir que el primero que explica la ley de la oferta supere al razonamiento que he presentado. ¿Qué es lo que falla en este razonamiento?