En EE.UU., la usura es complicada y depende del tipo de cuenta, de los estatutos del banco y del lugar donde éste toma las decisiones de crédito. La mayoría de las principales tarjetas de crédito de EE.UU. son emitidas por entidades de Utah, Dakota del Sur y Delaware. Ninguno de estos estados tiene límites de usura.
Muchos estados tienen límites de usura. En Nueva York, por ejemplo, un préstamo no puede superar el 16% de interés, si la entidad está supervisada por el Estado.
Los emisores de tarjetas de crédito suelen estar constituidos como "Asociaciones Nacionales" (es decir, bancos constituidos a nivel federal y regulados por el Contralor de la Moneda). No existe una ley federal sobre la usura, y los bancos constituidos a nivel federal pueden "exportar" muchas de las normas del estado en el que se toman las decisiones crediticias. Los estados pequeños como Dakota del Sur diseñan básicamente su normativa bancaria para satisfacer las necesidades de los bancos, que son los principales empleadores.