El problema no sería sólo de Kyle, sino también de American Express. Cuando Kyle paga con su tarjeta de crédito, American Express paga las facturas de su bolsillo en su nombre y luego las remite a Kyle. El emisor de una tarjeta de crédito asume el riesgo de que el titular de la misma no pague la factura.
En la práctica, existen salvaguardias que impiden que una empresa como AE pague sumas tan elevadas en un solo día mediante un proceso automatizado. Las compañías de tarjetas de crédito disponen de sofisticados algoritmos para determinar patrones de gasto inusuales y bloquear cualquier transacción que parezca inusual. Además, después de unos cuantos miles de millones su El banco probablemente los bloqueará y les impedirá pagar más facturas. Pero sigamos el juego y hagamos como si estas salvaguardas no existieran.
Eso significa que después de la juerga de gastos de Kyle, American Express tendrá una deuda de billones, siendo su principal deudor un niño de 10 años que nunca podrá pagar. Kyle tendrá que declararse en bancarrota personal. Hay diversas variantes de quiebra en EE.UU., pero básicamente todas se reducen a que pague todo lo que pueda pagar (no mucho teniendo en cuenta que tiene 10 años) y luego deje de pagar su deuda. Después queda libre de deudas. Eso significa que la deuda es ahora la de American Express.
American Express tampoco podrá pagar esa deuda con su(s) banco(s), por lo que tendrá que declararse en quiebra e incumplir su deuda también. Este efecto dominó traslada la carga a los bancos, que tampoco pueden soportar una deuda de un billón.
La quiebra de un banco es un problema grave porque significa que no puede devolver el dinero de las cuentas de ahorro que tienen las empresas o los particulares con ellos. Así que el problema volvería a las personas a las que Kyle quería ayudar en primer lugar.
Además, el colapso de un banco suele provocar el colapso de otros bancos, lo que da lugar a una espiral de colapso que destruye todo el sistema financiero mundial. No se ganaría nada.