Depende de los países implicados...
Los cajeros automáticos o las tarjetas de crédito son opciones caras en términos de tarifas...
Las mejores ofertas están en los mostradores de cambio de moneda [no en el aeropuerto] en algunos lugares concurridos...
Hay que averiguar cuál es la moneda más fuerte, es decir, si hay más demanda de moneda extranjera o de moneda local... Por ejemplo, si tiene dólares y viaja desde EE.UU. a cualquier país asiático, tiene sentido cambiar los dólares en los países asiáticos locales, ya que la demanda de dólares es mayor en estos mercados locales, sería una mala idea cambiarlos en EE.UU. [para algunas monedas la opción puede no estar disponible].
Si se trata de cambiar entre dos monedas igualmente fuertes [digamos USD, GBP, EUR, etc] entonces no importa mucho dónde se cambie...
También hay que tener en cuenta las prácticas locales; por ejemplo, en el Reino Unido, la mayoría de las casas de cambio cobran una comisión de conversión por encima del tipo de cambio, lo que hace que sea un mal negocio.