¿Qué impide a los gobiernos asociarse con sus bancos centrales para bajar los tipos de interés? Los bancos centrales de la mayoría de los países son independientes. Esto significa que el gobernador del banco central decide la política monetaria de acuerdo con su mandato. Este mandato suele consistir en controlar la inflación y, en algunos países, en reducir la tasa de desempleo. Si el banco central baja los tipos de interés, entonces, debido al efecto de "arrastre" que usted ha mencionado, el crédito pasa a estar disponible a tipos más bajos, lo que ejerce una presión inflacionista sobre la economía. Si el mandato del banco central es mantener la inflación baja, entonces el banco central se asegura de que los tipos de interés no sean más bajos de lo necesario para mantener la inflación bajo control.
Sin embargo, en algunos países los bancos centrales no son independientes. En esos casos, el gobierno puede asociarse con el banco central para bajar los tipos de interés y pedirle préstamos a tipos bajos para financiar el gasto público. Esto suele ser una mala idea porque puede causar hiperinflación. Cuando el gobierno quiere pedir prestadas grandes cantidades (lo que ocurre en la mayoría de los casos) al banco central, suele significar que el banco central tendrá que generar más divisas y luego prestárselas al gobierno. Se trata de una política monetaria expansiva, que aumenta el flujo de efectivo en la economía y ejerce una presión inflacionista. En segundo lugar, cuando el gobierno gasta el dinero que ha tomado prestado, aumenta la demanda agregada. Se trata de una política fiscal expansiva, que también es inflacionaria. Ambas, en conjunto, pueden causar hiperinflación (como ocurrió en Zimbabue).
En lo que respecta al endeudamiento público, pedir prestado a entidades extranjeras o emitir bonos del Estado a corto o largo plazo son mejores estrategias que pedir prestado al banco central.