Estados Unidos ha recibido recientemente una buena noticia sobre nuestro Programa de ingresos por discapacidad , revirtiendo una importante sangría en la economía:
Alrededor de 1,5 millones de estadounidenses solicitaron prestaciones por incapacidad el año pasado, lo que supone la cifra más baja desde 2002. Los funcionarios del gobierno dicen que ese número puede ser aún más bajo este año. El número total de trabajadores que recibieron prestaciones en mayo fue de 8,63 millones, lo que supone un descenso respecto a la cifra récord de 8,96 millones registrada en septiembre de 2014.
Entonces, ¿qué sucede con la elegibilidad cuando alguien en el programa vuelve a trabajar? ¿Se le expulsa? ¿Pueden volver a solicitarlo por la misma condición médica, aunque al demostrar que podrían conseguir un trabajo deberían, en teoría, demostrar que su discapacidad no es un obstáculo para el empleo?