Bonitos números redondos: digamos que realizo un trabajo que me reporta 1.000 dólares brutos (llamémoslo g
) en el que incurro en un gasto de 100 dólares (llamémosle e
). El gasto es totalmente deducible. Supongamos que mi tipo impositivo marginal es del 25% (llamémosle r
).
Cuando calcule el importe de ese trabajo, ¿utilizaré 75 dólares ( e * (1-r)
) para el gasto?
es de 675 dólares ( g * (1-r) - e
) mis ganancias netas (después de impuestos)?
Lo mismo ocurre con los gastos domésticos deducibles (por ejemplo, eficiencia energética) que permitan ahorrar dinero, etc.