Si es mejor o depende:
- los costes o beneficios fiscales de la venta de activos
- el posible mayor coste de su tiempo a la hora de elegir qué activos vender, etc., frente a dirigir las nuevas aportaciones al activo infraponderado
- la fricción de pagar los costes (tasas, diferencial, corretaje, etc.) de dos transacciones (venta-compra)
Mi opinión es que, por lo general, no hay que vender, sino simplemente redirigir las nuevas aportaciones, a menos que eso no vaya a devolver el equilibrio en un plazo razonable, o que haya alguna otra razón de peso para cambiar.
Como actualmente está aportando el 7,5% del valor de su cartera cada año, parece probable que pueda reequilibrarla sólo con las aportaciones. (Si fueras mayor y estuvieras aportando sólo el 1% del valor de tu cartera cada año, probablemente no sería suficiente).
Una razón de peso para cambiar sería un beneficio fiscal. Otra es que haya decidido que ya no le gusta un proveedor de inversiones (por ejemplo, por sus elevadas comisiones o por lo que sea) y vaya a aprovechar la oportunidad de alejarse de él para reequilibrarlo.
Podría decir que si alguna clase de activos está más de, por ejemplo, un 10% por encima de lo que debería, venderá; de lo contrario, sólo redirigirá las nuevas aportaciones.