En sus 1974 el Premio Nobel discurso titulado "La Pretensión del Conocimiento", Hayek presentó un feroz ataque en el Keynesianismo (que argumentó para un activo del gobierno), mientras que la defensa de los mercados libres. Su visión se centra en la idea de que hay demasiado "conocimiento local", que está disponible para las personas pero no a los gobiernos. Los mercados pueden utilizar la información de manera eficiente, mientras que un proceso de planificación central no puede. Su punto de vista también es guiado por una ontológico diferente, en vista de que el sistema económico de sus oponentes, uno centrado en la complejidad. Algunas de las citas del discurso:
A diferencia de la posición que existe en las ciencias físicas, en la economía y otras disciplinas que se ocupan esencialmente de fenómenos complejos, los aspectos de los eventos a tener en cuenta acerca de la cual podemos obtener datos cuantitativos son necesariamente limitadas y no puede incluir los más importantes. [...] Sabemos: por supuesto, con respecto al mercado y similar a las estructuras sociales, un gran número de hechos que no podemos medir y en la que, de hecho, sólo tenemos algunos muy impreciso e información general. Y debido a que los efectos de estos hechos en cualquier instancia en particular no puede ser confirmado por la evidencia cuantitativa, son simplemente ignorados por los jurada para admitir sólo lo que ellos consideran como evidencia científica: que entonces felizmente proceder en la ficción de que los factores que se pueden medir son los únicos que son relevantes. [...]
En la determinación de estos precios y los salarios no va a entrar en los efectos de los particulares a la información que posee cada uno de los participantes en el proceso de mercado - una suma de hechos que en su totalidad no puede ser conocido por el observador científico, o a cualquier otro cerebro. De hecho, es la fuente de la superioridad de la orden de mercado, y la razón por la que, cuando no es suprimida por los poderes de gobierno, regularmente, desplaza a otros tipos de orden, que en la distribución resultante de los recursos más conocimiento de hechos concretos que serán utilizadas en el que sólo existe dispersa entre las incontables personas, que cualquier persona puede poseer. [...]
Para actuar en la creencia de que poseemos el conocimiento y el poder que nos permiten dar forma a los procesos de la sociedad totalmente a nuestro gusto, el conocimiento que en realidad no poseemos, es probable que nos hacen mucho daño. [...]
Si el hombre es no hacer más daño que bien en sus esfuerzos para mejorar el orden social, él tendrá que aprender que en este, como en todos los otros campos donde esencial de la complejidad de un tipo organizado impone, no puede adquirir pleno conocimiento de lo que iba a hacer la maestría de los eventos posibles. Por tanto, se tiene que utilizar lo que el conocimiento se puede lograr, no para dar forma a los resultados como el artesano que moldea su obra, sino a cultivar un crecimiento proporcionando el ambiente adecuado, en la forma en la que el jardinero no esta para sus plantas.
(Tenía una relativamente similar a la crítica de la planificación central y la URSS en su libro "El Camino a la Servidumbre")