Nunca jamás factures por hora. Es inherentemente antiético y estás dejando dinero sobre la mesa. He escrito extensamente sobre la justificación, la cual no publicaré aquí, pero puedes leerla aquí.
Resumen:
He encontrado que el mayor problema que enfrentará un consultor es un cliente que no puede articular el valor. Debes ayudar al cliente a entender la diferencia que hará para ellos y su negocio si su problema se resuelve/se elimina. Solo entonces pueden explicártelo para que puedas entenderlo.
La facturación por hora no es transparente, es antiética. Mientras más espera el cliente, más rico se hace el consultor (si consideras unos cuantos cientos de dólares "riquezas"). Si quieres ser una mercancía, factura por hora y sufre la competencia de precios. Si quieres ser un consultor, factura según el valor de los resultados que ayudas a generar. Ayudar a un cliente en cinco minutos es mucho más valioso que en cinco semanas, así que ¿por qué no creer en ti mismo y cobrar por tu talento y no por tu tiempo? ¡Me largo de aquí!