Consulta con los mecánicos locales qué coches conducen y a qué concesionarios compran. Diles tu presupuesto y tus necesidades y verás que son bastante coherentes en sus recomendaciones.
Además, no hay que pasar por alto a los concesionarios en favor de la compra directa a los propietarios, ambos tienen pros y contras.
Los concesionarios tienen que permitirte devolver el vehículo en un plazo determinado, su nombre también está en juego. Algunos ofrecen garantías para arreglar cualquier cosa que vaya mal en los primeros x años. Investiga, pero en el caso de los coches antiguos, esto puede suponer un valioso ahorro. Además, algunos concesionarios ofrecen proporcionarle piezas a precio de coste durante toda la vida del vehículo, lo que también puede suponer un ahorro.
No vayas un sábado, pero sí cerca de fin de mes. Vuelve varias veces, compara, negocia.