Recientemente he sido víctima de un robo de identidad, en el que alguien ha utilizado mi información (incluida mi Seguridad Social, de alguna manera) para abrir un puñado de cuentas corrientes fraudulentas. Ya he tomado las medidas necesarias para poner fin a este problema (denuncia de robo de identidad ante la FTC, denuncia policial, congelación del crédito, cambio de contraseñas, etc.).
Me alertaron de este hecho de dos formas distintas. En primer lugar, recibí varias tarjetas bancarias en mi domicilio. También recibí una carta en la que me felicitaban por haber abierto una cuenta y que incluía los datos de la misma. Por último, otro banco me envió un correo electrónico para decirme que la dirección de correo electrónico de mi cuenta había cambiado a una que no reconozco. Por supuesto, llamé para cerrar cada una de estas cuentas en cuanto me llegaron.
Lo que me preguntaba es cómo funciona este tipo de estafa. Hasta ahora, parece que todas las cosas que alguien necesitaría para utilizar maliciosamente mi nombre (es decir, las tarjetas bancarias y la información de la cuenta) me fueron enviadas directamente a mí. A menos que alguien planeara acampar en mi buzón todos los días para arrebatarme el correo, de lo que seguramente me daría cuenta, no parece un ejercicio fructífero.