A menudo, en clase, he oído a profesores afirmar que "en el margen, es óptimo hacer tal o cual cosa". Un ejemplo claro de la importancia del análisis marginal es cuando se examina la decisión de maximizar el beneficio. En otras palabras, las empresas no eligen al azar una cantidad para producir siempre que el Coste sea inferior al Beneficio, sino una que maximice la diferencia. En cambio, cuando nos fijamos en los estudios de viabilidad, nos ocupamos únicamente del valor actual de los costes y beneficios, y no nos preocupamos de las decisiones marginales. ¿Existe alguna "regla empírica" o principio que guíe nuestra decisión de elegir el análisis marginal frente a los costes y beneficios globales?
Respuesta
¿Demasiados anuncios?El tipo de análisis pertinente depende del tipo de pregunta que se utilice para responder.
Si la pregunta es "¿Qué cantidad de x sería óptima?", entonces necesita un análisis marginal.
Si la pregunta es "¿Debería este proyecto (bien definido) seguir adelante o no?", entonces hay que considerar los costes y beneficios globales (con el descuento adecuado si los costes y/o beneficios se repartirán a lo largo de varios años).
Es importante que el proyecto esté bien definido. A menudo, las decisiones sobre posibles proyectos también implican un elemento de "cuánto", por ejemplo:
- ¿Debería construirse un bloque de pisos y, en caso afirmativo, cuántas plantas debería tener?
- ¿Debería construirse una central eléctrica y, en caso afirmativo, cuál debería ser su capacidad?
Este tipo de decisiones pueden requerir una combinación de análisis marginal, para determinar el valor óptimo (distinto de cero) de la variable en cuestión, y, a continuación, un examen de los costes y beneficios globales, para evaluar si, partiendo de ese valor óptimo, el proyecto debe seguir adelante.