A menudo es la mejor respuesta a lo que hacen otras empresas. En un simple juego de Hotelling con bienes homogéneos e información perfecta, suponiendo que dos competidores intentan ubicarse en un segmento de línea (por ejemplo, alguna calle), donde ambas empresas compiten por los clientes que siempre elegirán el negocio más cercano, es un equilibrio de Nash para ambas empresas ubicarse una al lado de la otra en el centro del segmento de línea.
Esto se debe a que si una empresa ocupa el centro del segmento de la línea, la otra empresa siempre obtendrá menos clientes si tampoco se posiciona exactamente en el centro. Por tanto, la mejor respuesta de ambas empresas a lo que hace la otra es situarse en el centro para maximizar las ventas.
Que esto ocurra depende de toda una serie de factores. Por ejemplo, cuando los costes de transporte de los consumidores son muy elevados, las empresas tendrán más incentivos para situarse más lejos para "suavizar" la competencia de precios entre ellas. Además, la diferenciación juega un papel importante. Por lo general, cuanto más se diferencie el producto, menos incentivos habrá para situarse exactamente al lado del competidor. La geometría del espacio marca la diferencia (por ejemplo, línea, círculo, cuadrícula). Algunas geometrías animan a las empresas a situarse junto a otras, mientras que otras no.
Estos son sólo ejemplos, ya que debido a las múltiples geometrías posibles del espacio y a las formas en que las empresas pueden competir, existen numerosas variantes del juego de Hotelling. En las diferentes versiones del juego, diferentes factores pueden desempeñar un papel importante en lo que es el equilibrio(s). Puede consultar Tadelis Game Theory: An Introduction o Fudenberg and Tirole Game Theory, para ver algunos ejemplos de varios juegos de Hotelling y ver cuándo producen equilibrios en los que los jugadores se sitúan uno al lado del otro y cuándo no.