Dice que quiere que yo y su equipo de diseño trabajemos juntos y que nuestro acuerdo era sólo de programación, no de diseño (él aportaría el flujo y las imágenes).
Esto implica un cambio en el alcance del proyecto.
Si se trata de un solo día, le sugiero que considere la posibilidad de hacer una factura separada por su tiempo, aplicando un descuento, ya que parte de su tiempo se paga con el contrato existente. Presente al cliente el presupuesto, explíquele que los costes adicionales ayudan a cubrir su tiempo de viaje, y que sus horas de trabajo, que antes eran flexibles, lo son menos. Tal vez no cobres la primera vez, pero explícale que cualquier otra visita in situ será facturable.
Trabajar con los clientes, como cualquier relación, puede ser complicado. No quieres que te hagan perder el tiempo, ni tampoco quieres venderte mal. Considera una tarifa para el trabajo fuera de la empresa y otra para el trabajo in situ, y compártela con el cliente. Explica que tienes gastos que cubrir al igual que ellos y que las prácticas de trabajo flexibles (como el lugar y el horario) te ayudan a ofrecer un servicio asequible. Cuando tus prácticas de trabajo se vuelvan menos flexibles, tendrás que ajustar el coste en consecuencia.
Si el cliente se resiste y se marcha, examine su contrato y busque la cláusula de salida. Mis contratos estipulan que mi contrato puede cancelarse inmediatamente si el proyecto se cancela. Si tu contrato es el mismo, su marcha debería costarles algo de dinero (y a ti la posibilidad de que te den más trabajo durante el próximo año). Pero lo mejor es evitar que el barco se tambalee y llegar a un acuerdo, sobre todo si crees que existe la posibilidad de que haya más trabajo.
Cuando hables con el cliente - sonríe - sé agradable - tu lenguaje corporal ayuda tanto como las palabras que utilizas. Su cliente no se levantó una mañana decidiendo hacerle el día malo, sino que sus necesidades cambiaron, así que trabaje con él para ayudarle a alcanzar sus objetivos y usted saldrá ganando por el camino.
Por último, para su próximo contrato, incluya una tarifa por hora para las visitas in situ. Tal vez, presuponga que el 20% de su tiempo será in situ. Si el cliente le pide que esté in situ, hágalo, pero adviértale que después de un número x de horas/días in situ, su tiempo será facturable. Yo nunca digo que no a un cliente, simplemente me vuelvo más caro, eso les da algo que pensar antes de pedírmelo.
Mucha suerte
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Mi punto es .. su descripción no establece realmente cuál es el dilema es. ¿Es usted no ¿quiere reunirse con el cliente? ¿Crees que te pide cosas que van más allá de lo que estipula tu contrato? ¿Buscas asesoramiento general sobre cómo tratar a un cliente que te pide una reunión a la que no quieres asistir (esto sería un poco fuera de tema)?
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Stacey editó la pregunta y puso en palabras lo que intentaba decir. Lo siento si no pude ser más clara.
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Yo me fiaría de mi instinto y despediría a un cliente microgestionario.
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Ahh.. vale.. triplico, y a veces cuadruplico, mi tarifa si el cliente quiere "verme trabajar".