Este es un ejemplo de aburguesamiento. Quizá no sea el ejemplo clásico, pero es un ejemplo.
Si el valor de la vivienda se ha mantenido estable, y los ingresos de las familias también, y el gobierno local no ha subido las tasas de los impuestos sobre la propiedad, entonces la gente presupone una situación estable en cuanto a sus facturas de impuestos.
El rápido aumento del valor de las propiedades debido a este cambio perjudicará a los propietarios. Ya lo vimos a principios de la década de 2000, cuando en algunos lugares el valor de las propiedades se duplicó en pocos años. Los propietarios de viviendas desde hace tiempo dijeron que no podrían permitirse su actual vivienda si quisieran mudarse al barrio.
En muchas ocasiones, un gobierno local provoca un rápido aumento de los impuestos sin que aumente el valor de la propiedad, cuando pone en marcha un distrito fiscal especial para pagar una mejora localizada. Estos impuestos especiales son más duros para las familias porque tienen que pagar más cada año, con la esperanza de que en el futuro se produzca un aumento del valor de la propiedad.
El gobierno local tiene varias opciones, que pueden requerir cambios en el código fiscal local, pero puede ser posible porque es probable que se necesiten cambios de zonificación para construir una estructura de este tipo.
- Podrían crear un distrito fiscal especial que frene el aumento hasta no superar la media del conjunto de la ciudad. Podrían aplazar el valor adicional hasta la venta de la propiedad.
- Podrían poner un retraso de varios años hasta aplicar el cambio, esto daría a los propietarios de viviendas tiempo para adaptarse. Aun así, deberían informar a los propietarios de cuánto habría sido sin el retraso para que estén preparados para el salto.
Los préstamos generalmente no funcionarían, porque el propietario seguiría pagando el aumento de impuestos. Los préstamos con garantía hipotecaria no serían fáciles porque el propietario podría no tener suficiente capital. En algunas jurisdicciones, el valor de la propiedad a efectos fiscales no guarda relación con el valor de la propiedad en el mercado de reventa, por lo que el propietario de la hipoteca tendría que conseguir una nueva tasación. Las familias que no tienen un préstamo tendrían que solicitarlo.
Los intereses de esos préstamos con garantía hipotecaria no serían deducibles en virtud de la nueva ley fiscal, ya que el dinero no se utilizaría para comprar la vivienda ni para mejorarla.