Además de la respuesta de @madilyn, hay un punto que hay que tratar y que se suele llamar ventaja desleal aunque no es más que una ventaja competitiva.
Por ejemplo, el mercado de renta variable estadounidense. En la actualidad existen varios centros en los que se negocian los mismos símbolos. Si un HFT adquiere información sobre un símbolo en un centro -por ejemplo, debido a la ejecución de una orden limitada- puede intentar actuar sobre esa información muy rápidamente en los otros centros en los que también está activo. Esto puede dar lugar a un comportamiento sorprendente para las personas con poco conocimiento de la microestructura del mercado. Por ejemplo, las comillas en otros centros pueden cancelarse antes de que cada parte de una orden enviada a un corredor (e ingenuamente enrutada) haya llegado a su centro, lo que da lugar a ejecuciones parciales o deslizamientos.
Las empresas de HFT pagan mucho por la conectividad y la colocación y trabajan con márgenes de beneficio muy ajustados. A cambio, obtienen la posibilidad de hacer un uso más eficiente de la nueva información que la mayoría de los demás participantes en el mercado. Si se quita la velocidad, la gran mayoría de los centros (y los más activos) no ofrecen ninguna ventaja particular a un HFT que a cualquier otro participante. En cuanto a la velocidad, es una cuestión de acceso, como en cualquier otro campo, y criticar a los HFT por ello es como argumentar que los operadores de parqué tenían una ventaja injusta en los días en que el pit trading era la única forma de operar activamente. Se presta un servicio, la gente invierte tiempo y dinero para hacerlo, la competencia hace que los beneficios bajen y los costes suban. No hay nada injusto en ello, en realidad.