La naturaleza de la información hace que a menudo parezca un bien público. ¿Es éste el caso de la certificación de las capacidades de las personas? ¿Podría el gobierno desempeñar un papel en la certificación de las capacidades de las personas? ¿Quizás la gente piense que ese es uno de los papeles que desempeñan las universidades públicas? Spence Supongo que es la típica referencia que sugiere que la gente va a la escuela para certificar/señalar sus habilidades más que para adquirirlas. ¿Tal vez sea esa la razón por la que hay muchas universidades públicas?
Respuestas
¿Demasiados anuncios?La información no es ciertamente un bien público. Los solicitantes de empleo conocen con certeza sus competencias, mientras que los empresarios no conocen las competencias de los solicitantes. El proceso de solicitud está diseñado para aumentar el conjunto de información de los empleadores, de modo que puedan seleccionar al mejor candidato. Sin embargo, los solicitantes tienen un incentivo para mentir, por lo que este proceso puede no ser siempre eficaz.
La certificación, en cambio, es una señal de calidad creíble que no se puede falsificar (fácilmente). Esto reduce enormemente los costes de búsqueda y de oportunidad del empresario. Esto no es sólo teoría: muchas solicitudes de empleo exigen simplemente un título universitario, y prácticamente todas requieren al menos algún tipo de certificación.
Si el gobierno tiene que desempeñar un papel en el proceso de certificación es otra cuestión. Una cuestión más ideológica que económica, en mi opinión. Independientemente de la respuesta, hay que tener en cuenta que muchas normas de certificación avanzadas son defendidas por organismos no gubernamentales. Aunque las universidades públicas se consideren parte del gobierno, suelen estar acreditadas por organizaciones no gubernamentales. Y lo mismo ocurre con la mayoría de autoescuelas, escuelas de cocina, títulos profesionales, etc.
La pregunta parece haber cambiado mucho desde esta respuesta.
El papel adecuado del gobierno es mejorar la libre actividad del mercado mejorando su funcionamiento (es decir, solucionando los fallos del mercado). Para que las certificaciones de competencias sean una función adecuada del gobierno, dicha certificación tendría que ser un bien público, lo que requeriría que creara una externalidad positiva: un valor otorgado a alguien que no ha pagado por ello.
En el caso de la certificación de competencias, ciertamente no existe una externalidad positiva. Es fácil y, de hecho, se hace muy a menudo en el mercado libre. Hay un sinfín de programas de certificación, escuelas que otorgan títulos y exámenes que se pueden realizar y que proporcionan alguna prueba de habilidad. Todas estas cosas se pueden hacer con la relación habitual entre comprador y vendedor sin que se produzca ninguna externalidad. Por lo tanto, el gobierno no tiene un papel que desempeñar ahí.
Escribí un artículo completo sobre el papel adecuado del gobierno, que podría aclararle las cosas: https://governology.wordpress.com/2016/07/05/the-role-of-government-part-1/